La presidenta Claudia Sheinbaum aclaró que su gobierno no posee información sobre presuntas colaboraciones entre cárteles mexicanos y grupos extremistas en Estados Unidos, quienes supuestamente ofrecen recompensas por la vigilancia, el secuestro e incluso el asesinato de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Durante su conferencia mañanera, Sheinbaum comentó que tuvo conocimiento de esta situación a través de un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE. UU., publicado el martes 14 de octubre, y que consultó con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana si existía información oficial del gobierno federal en México. La mandataria destacó que, por el momento, no hay datos concretos: “Lo pregunté y no hay información que haya dado esta institución del gobierno de Estados Unidos a México. Se está solicitando, pero hasta ahora nada concreto, lo conocimos igual que ustedes por la publicación del DHS”. Según la publicación del DHS, las autoridades estadounidenses habrían obtenido información confiable sobre un sistema de recompensas en manos de cárteles y organizaciones extremistas en EE. UU., que pagaría hasta 50 mil dólares por ataques fatales en contra de agentes federales y sus familiares o por secuestros. Además, se señala la existencia de redes en barrios como Pilsen y Little Village en Chicago, donde bandas vigilantes equipadas con armas y radios coordinarían acciones contra las fuerzas del orden, dificultando operaciones policiales como las recientes redadas en el marco de la Operación Midway Blitz. La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, expresó que estas redes criminales resisten al Estado de Derecho y llevan a cabo campañas organizadas de terror contra las fuerzas que protegen la frontera y las comunidades, en un esfuerzo por despojar de autoridad a los agentes oficiales en suelo estadounidense.