La noche del 15 de septiembre, el Zócalo capitalino se iluminó con música folclórica y proyecciones de Hidalgo, Morelos y Josefa Ortiz de Domínguez, marcando la primera vez que una mujer encabezó el Grito de Independencia en la sede oficial.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, dedicó su arenga a las mujeres que forjaron la patria y elevó un enérgico viva a la soberanía y a las mujeres, resonando entre miles de asistentes. Su discurso incluyó menciones a figuras históricas como Miguel Hidalgo, Josefa Ortiz, Leona Vicario, Manuela Molina y las heroínas anónimas, resaltando el papel de las mujeres, indígenas y migrantes en la historia de México.
Además, Sheinbaum recibió la bandera nacional de una escolta compuesta exclusivamente por mujeres cadetes del Heroico Colegio Militar, en un acto simbólico que refuerza su compromiso con la igualdad y la participación femenina.
El evento, aunque con algunos espacios vacíos en el Zócalo, fue una celebración vivaz con la presencia de música en vivo: Legado de Grandeza inició la noche con “Cielito lindo”, seguido por Alejandra Ávalos con “El viajero” y “La Bikina”, y culminando con La Arrolladora Banda El Limón. La venta de esquites, elotes y otros productos patrióticos fue constante, a pesar de los esfuerzos de las autoridades por controlar la vendimia.
Viajaron desde Michoacán, como Fátima Ceja y su esposo, para presenciar el acto en la capital, en un contexto en que algunos municipios de su estado cancelaron las celebraciones por situaciones de violencia.
A las 23:00 horas, Sheinbaum salió al Balcón Central de Palacio Nacional, acompañada, y, en un acto simbólico, reconectó con el pueblo, homenajeando a las mexicanas y convocando a la unidad nacional. La noche estuvo llena de música, fervor patriótico y un ambiente de fiesta que recorrió las calles Madero y 20 de Noviembre, donde la venta callejera y la algarabía marcaron la celebración.
Soy reportero desde la era de la antena en los teléfonos. Escribo del Congreso y los partidos políticos.