
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) registró un sismo de magnitud 4.2 en el municipio de Salina Cruz, Oaxaca. Según la información preliminar, el movimiento ocurrió a las 22:34 horas de este 18 de octubre, a 75 kilómetros al sureste de la ciudad, a una profundidad de 21.2 kilómetros. La localización exacta del sismo se sitúa en las coordenadas 15.559 grados de latitud y -94.923 grados de longitud.
Hasta el momento, las autoridades no han reportado daños ocasionados por este evento sísmico. Sin embargo, se recomienda mantenerse informados a través de canales oficiales ante posibles actualizaciones o medidas adicionales.
Es importante destacar que la información proporcionada por el SSN es preliminar y puede ser sujeta a cambios futuros. Además, México, por su ubicación tectónica, experimenta decenas de sismos diarios, la mayoría de baja magnitud y prácticamente imperceptibles.
En un país donde los sismos son eventos naturales impredecibles, la prevención y la preparación son cruciales. Una de las formas más efectivas de protección es contar con una mochila de emergencia, conocida como mochila de la vida, que incluya artículos esenciales para al menos 72 horas. Esta mochila debe adaptarse a las necesidades de cada familia, incluyendo niñas, niños, adultos mayores, personas con discapacidad y mascotas.
Entre los artículos recomendados están alimentos no perecederos, agua embotellada, encendedor, directorio de contactos, artículos de higiene, cambios de ropa, botiquín de primeros auxilios, medicinas, radio portátil, lámpara con pilas, documentos importantes en una USB, artículos de uso femenino, silbato, herramientas básicas, copias de llaves, fotografías familiares y de mascotas. Es recomendable tener una mochila accesible en casa, en el automóvil y en el lugar de trabajo.
México enfrenta un riesgo constante de sismos de gran magnitud. Los más memorables, en 1985 y 2017, causaron devastación y pérdida de vidas. Sin embargo, el terremoto más fuerte registrado en la historia del país ocurrió el 28 de marzo de 1787 en Oaxaca, con magnitud de 8.6, causando un tsunami que llegó hasta 6 kilómetros tierra adentro.
Un estudio del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) en 2009 indica que en el futuro podrían repetirse grandes temblores de magnitud 8.6 o mayores en las costas de México y Centroamérica, zona conocida como la Brecha de Guerrero, que acumula una significativa cantidad de energía sísmica.
Eventos históricos como el sismo del 19 de septiembre de 1985, con magnitud 8.2 y epicentro en Guerrero, y el sismo del 19 de septiembre de 2017, que devastó Puebla y Morelos dejando 369 víctimas, aún están presentes en la memoria de los mexicanos. La preparación y la cultura de prevención son fundamentales para mitigar los efectos de estos desastres naturales.