En el Estado de México, únicamente tres de cada diez madres brindan lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida de sus hijos, una cifra que se mantiene por debajo del 70% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para promover un desarrollo óptimo y prevenir enfermedades infantiles.
La lactancia materna exclusiva implica alimentar únicamente con leche materna al bebé, sin añadir agua, alimentos líquidos o sólidos, durante los primeros seis meses.
Así lo informó Luz María Goti Rodríguez, titular de la Coordinación Estatal de Lactancia Materna y Bancos de Leche, quien resaltó la importancia de ampliar las licencias de maternidad y aumentar los lactarios en los centros laborales.
Goti Rodríguez señaló que este bajo porcentaje representa un desafío para cumplir las metas de la Agenda 2030 en materia de salud infantil. ‘La lactancia materna exclusiva protege contra enfermedades gastrointestinales y respiratorias, además de reducir el riesgo de obesidad y padecimientos crónicos a largo plazo’, afirmó.
La funcionaria explicó que uno de los principales obstáculos es la incorporación temprana de las madres a sus trabajos, donde muchas veces no tienen acceso a infraestructura adecuada para extraer leche o no se les otorga tiempo para hacerlo. También mencionó que las licencias de maternidad, que actualmente son de 90 días, son insuficientes, y llamó a los legisladores a prolongarlas.
‘Muchas mujeres desconocen sus derechos y los del bebé. Es crucial fortalecer el marco jurídico para garantizar un espacio digno para almacenar y extraer leche materna’, expresó.
Asimismo, destacó que la situación se agrava en madres solteras o mujeres comerciantes, quienes enfrentan múltiples roles y responsabilidades. La desinformación y los mitos culturales también disuaden la práctica, como creencias sobre la deformación o caída de los senos por lactar.
Para Estefany Dávila, madre mexiquense, la lactancia exclusiva ha sido esencial para el sano desarrollo de sus dos hijas, incluso más allá del primer año, fortaleciendo el vínculo y beneficiando la salud de las niñas. ‘La leche materna es superior a la fórmula, y ayuda a que los bebés no se enfermen tanto. Además, amamantar también es un ahorro económico, ya que las madres gastan entre mil y mil 500 pesos semanales en fórmula’, comentó.
El Estado de México cuenta con la Estrategia de los Mil Días, que acompaña a madres y bebés desde el embarazo hasta los dos años con acciones en salud, nutrición y vacunación. Además, tiene más de 300 salas de lactancia en hospitales, dependencias gubernamentales y universidades, y cada vez más empresas privadas implementan lactarios.
Estefany Dávila valoró estas instalaciones y participó en ellas, destacando que espacios con refrigeradores y sillones cómodos facilitan la lactancia. Sin embargo, comentó que en la calle muchas veces recibe miradas curiosas o juzgadoras al amamantar públicamente.
Goti Rodríguez enfatizó que para incrementar la lactancia exclusiva, es fundamental capacitar al personal de salud, sensibilizar a las empresas e involucrar a los padres en el proceso, promoviendo la corresponsabilidad familiar.
El personal de salud realiza ferias y talleres en distintas instituciones, brindando asesorías sobre extracción, postura correcta y estimulación para la producción de leche. Además, resaltó el papel clave del apoyo paterno, que favorece la seguridad y confianza de la madre.
Finalmente, invitó a las madres a participar en el cierre del Mes de la Lactancia Materna, el 30 de agosto a las 10:00 horas en la Casa de las Diligencias de la Universidad Autónoma del Estado de México, donde habrá actividades y talleres para promover la lactancia y los derechos de las lactantes y sus hijos.
‘Empoderar y apoyar a las mujeres es esencial para que mantengan la lactancia, que es un acto natural y fundamental para formar una sociedad más sana y fortalecer nuestro futuro’, concluyó Goti Rodríguez.