Tras detener y entregar a las autoridades a un grupo de extorsionadores que los hostigaban desde hace dos años, taxistas de Metepec expresan que viven en permanente estado de miedo y alerta. La situación ha llevado a algunos conductores a abandonar el oficio ante el riesgo de represalias.
El pasado 27 de mayo, decenas de taxistas se enfrentaron a quienes durante dos años les exigieron pagos semanales y mensuales para no dañarlos. En esa acción, lograron detener a tres presuntos extorsionadores y entregarlos a la policía. Los arrestados fueron vinculados a proceso y trasladados al penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez.
Desde entonces, algunos conductores han optado por dejar la profesión. “Por miedo a una venganza, varios compañeros decidieron buscar otro trabajo”, comentó uno de los taxistas, quien prefirió mantenerse en el anonimato.
Los choferes han reforzado sus medidas de seguridad internas, pero admiten que el temor persiste. “Vivimos con miedo, pero necesitamos seguir. No es fácil dejar esto de un día para otro”, afirmó otro integrante del gremio.
Aunque las autoridades estatales ofrecieron establecer mesas de seguridad y seguimiento, los taxistas reconocen que el respaldo institucional es limitado. “Nos ofrecieron apoyo, pero sabemos que no pueden poner patrullas a cada uno”, lamentaron.
Solicitan a las autoridades mayor apoyo y atención continuada en el caso. “Confiamos en que la ley se aplique, pero sentimos que con el tiempo se olvidan de nosotros. Ellos se colgaron la medalla, pero fuimos nosotros quienes detuvimos a los extorsionadores”, concluyó uno de los afectados.