
Este martes, Telma Ortiz hizo su regreso a la esfera pública tras oficializarse su divorcio del abogado irlandés Robert Gavin, con quien tuvo una hija en 2021. La hermana de la reina Letizia acudió al Palacio Municipal de IFEMA en Madrid para participar en la XI edición de los Diálogos del Agua, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), bajo el lema ‘Seguridad hídrica para el desarrollo territorial sostenible’.
En el evento, que reunió a expertos y responsables políticos para debatir sobre sostenibilidad y gestión de recursos hídricos, Ortiz, como asesora senior de la CAF, siguió atentamente cada intervención e intercambió impresiones con varios asistentes, incluyendo a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen.
Para su participación, Telma Ortiz optó por un estilo profesional que ya ha consolidado como su sello personal: el traje de chaqueta y pantalón, un clásico en sus apariciones en eventos de alto nivel. En esta ocasión, eligió un conjunto gris jaspeado de inspiración masculina, que combina elegancia con sobriedad. La americana con hombros marcados la llevó abierta, remangada en las mangas, aportando un aire más relajado y moderno. El pantalón recto, acompañado de un cinturón fino de piel negra, complementaba un look que equilibraba formalidad y comodidad.
El toque casual lo aportaba una camiseta de rayas finas en tonos neutros, que suavizaba la rigidez del conjunto, mientras que los accesorios reforzaban esa mezcla entre clásico y casual: salones negros de tacón medio y un bolso bandolera de estilo sport. Su selección de joyas fue discreta, con pendientes de perlas en forma de lágrima, y un maquillaje natural que resaltaba su elegancia sencilla.
El estilo de Telma recuerda al de su hermana, la reina Letizia, quien también suele optar por el traje de chaqueta en sus compromisos oficiales. Aunque la monarca ha demostrado versatilidad con esta prenda a lo largo de los años, la cuñada de Felipe VI ha hecho suyo este uniforme de oficina, adaptándolo a su gusto personal, combinando formalidad con toques que suavizan su rigidez.
No es la primera vez que Ortiz se muestra con esta fórmula estilística. Hace unas semanas, durante el festival literario Centroamérica Cuenta, moderó una mesa redonda usando un traje de tres piezas azul claro, otra muestra de su enfoque “working girl”. Su trabajo en cooperación internacional y relaciones internacionales la ha llevado a asistir a foros, congresos y encuentros de alto nivel, donde ha compartido escenario con ministros, ex presidentes y altos ejecutivos.
A lo largo de su carrera, Telma Ortiz ha colaborado con Cruz Roja Española, Médicos Sin Fronteras, Naciones Unidas y AECID, además de ser subdirectora de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Barcelona y profesora en escuelas de negocios. Actualmente, en CAF, su tarea se centra en movilizar recursos internacionales para proyectos de desarrollo, sostenibilidad y educación en América Latina y el Caribe, consolidando su reputación como una profesional comprometida y discreta.
Este evento marca su primera aparición pública desde que se confirmó su separación de Robert Gavin Bonnar, poniendo fin a una relación de seis años. Aunque inicialmente mantuvieron discreción, la separación se ha vuelto mediática y legal, especialmente por la disputa en torno al chalé en La Moraleja, cuyo alquiler mensual alcanzaba los 5,000 euros.
Fuentes cercanas revelan que las tensiones económicas y discrepancias personales contribuyeron a la ruptura. La propiedad, a nombre de ambos, sigue vinculada a la deuda acumulada, que superaría los 25,000 euros, lo que ha llevado a gestionar un proceso de desahucio. La responsabilidad compartida podría generar futuras reclamaciones judiciales. Sin embargo, la imagen de Telma en IFEMA confirma que su retorno profesional sigue firme. Al abandonar el evento, respondió a la prensa con una sonrisa: “Yo estoy bien, gracias”, mostrando serenidad y control ante la atención mediática.