Del 1 al 3 de agosto, Tenancingo será escenario de la Feria del Obispo, un platillo emblemático no solo de la localidad, sino de todo el Estado de México. La primera edición, en 2004, contó con la participación de unos 40 productores y, con el tiempo, ha ampliado su oferta, manteniendo el objetivo de que los asistentes disfruten de esta tradición culinaria. Este año, tras la suspensión en 2023 por problemas en la carretera, la feria busca rescatar y difundir esta festividad en la plaza principal, con la participación de 11 productores y actividades culturales, incluyendo una tertulia sobre el platillo.
Por otro lado, en la comunidad de San Miguel Tecomatlán, famosa por su pan desde la época colonial, se llevará a cabo la Feria del Pan y el Mole del 15 al 17 de agosto. Participarán alrededor de 27 panaderos, y por primera vez, incluirá el mole como parte del evento, utilizando ingredientes tradicionales que le dan un sabor único. Los visitantes podrán degustar diferentes tipos de pan, incluyendo cocoles, pan de sabores y pan mestizo, que combina lo dulce con lo salado.
En septiembre, los días 5, 6 y 7, el centro de Tenancingo será sede de la Feria del Rebozo, con la participación de 60 artesanos y comerciantes. Reconocido como la Tierra del Rebozo, el municipio cuenta con artesanas premiadas a nivel nacional e internacional. Además de exhibir rebozos tradicionales, las emprendedoras presentarán accesorios elaborados con esta tela, promoviendo su uso y preservación. Este evento, previo a las fiestas patrias, también ofrecerá talleres para aprender a tejer rebozos, con la finalidad de fortalecer la identidad cultural y atraer turismo local, estatal, nacional e internacional, afirmó Christian Mendoza Guadarrama, director de Turismo del municipio.
