El ejército israelí llevó a cabo este lunes un ataque contra el edificio de la televisión estatal iraní en Teherán, interrumpiendo brevemente sus transmisiones. Testigos reportaron explosiones en varias áreas de la capital en el cuarto día de confrontaciones entre ambos países, marcando una escalada significativa en el conflicto. Durante el ataque, las cámaras captaron a una presentadora de IRIB, la cadena oficial iraní, huyendo del set en medio de una nube de polvo y con partes del techo colapsando, según videos difundidos por medios iraníes.
Los enfrentamientos comenzaron el pasado viernes, cuando Israel lanzó un ataque sin precedentes contra objetivos en Irán, con la finalidad declarada de impedir que el país se arme con armas nucleares. Esta acción representa la primera vez en décadas que ambos países combaten directamente en un conflicto militar de tal magnitud, tras una serie de operaciones indirectas.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, advirtió que su país atacaría en todas partes al régimen iraní, incluyendo la infraestructura militar en áreas residenciales del noreste de Teherán, tras unas advertencias previas a la población local para evacuar la zona. La televisión iraní denunció el bombardeo como un "crimen de guerra" y solicitó la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU.
En respuesta al conflicto, en Teherán y otras ciudades, la actividad comercial se redujo notablemente; el Gran Bazar permaneció cerrado y las calles estaban casi desiertas. Además, la población compró en masa combustible y agua, ante el temor de nuevos ataques. Irán afirmó haber lanzado misiles hacia Israel, y llamó a sus ciudadanos a refugiarse, mientras que Heinz, en Israel, informó que hay al menos 11 muertos y varios edificios dañados en ciudades como Tel Aviv, Petaj-Tikva, Bnei Brak y Haifa.
Hasta ahora, los ataques israelíes han causado la muerte de al menos 224 personas en Irán y más de mil heridos, según datos oficiales iraníes. En Israel, los muertos alcanzan 24, con los últimos incidentes incluyendo una explosión en una refinería en Haifa y daños en múltiples ciudades. Entre los objetivos de Israel se encuentran instalaciones nucleares, como el centro de enriquecimiento de uranio en Natanz, cuya parte superficial fue destruida según el OIEA.
El conflicto ha causado la muerte de altos funcionarios iraníes y científicos nucleares, en medio de llamadas a la unidad por parte de las autoridades de Irán. El presidente iraní, Masud Pezeshkian, instó a la nación a mantener la unidad frente a lo que calificó como una "agresión criminal".
A nivel internacional, Estados Unidos expresó que no tiene responsabilidad en la campaña israelí, aunque advirtió que responderá con fuerza ante cualquier ataque iraní a sus intereses. El expresidente Donald Trump instó a Irán a retomar las negociaciones nucleares, que se habían suspendido tras el inicio de las hostilidades, y sugirió que una intervención diplomática podría evitar una escalada mayor. Por otro lado, el canciller iraní, Abás Araqchi, afirmó que una simple llamada telefónica de Washington podría detener la ofensiva israelí y facilitar una vuelta al diálogo.
Asimismo, se reportó que Trump evitó que Israel atacara al líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, una acción que algunos consideran que podría haber detenido el conflicto. Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que eliminar a Jamenei sería la forma definitiva de poner fin a la crisis, en declaraciones recientes a ABC News.