El 19 de octubre de 2025, el expresidente Donald Trump anunció la suspensión de la ayuda financiera a Colombia, acusando directamente al mandatario Gustavo Petro de ser líder del narcotráfico. Petro rechazó las declaraciones, calificando a Trump de grosero e ignorante, y afirmó que dichas acusaciones carecen de base.
Pese a que Kevin Hassett, asesor económico de Trump, aseguró que Washington no contempla aumentar aranceles por el momento, el gobierno colombiano advierte que la medida podría afectar sectores productivos clave, sobre todo los exportadores.
El presidente Petro atribuyó el incremento en las tensiones a operaciones militares estadounidenses en el Caribe, donde denunció que una lancha con pescadores colombianos fue bombardeada. Estos eventos y los mensajes publicados en X generaron una crisis diplomática que, según analistas, puede afectar las relaciones comerciales y de colaboración entre ambos países.
Sobre el impacto político, el profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de La Sabana, Juan Nicolás Garzón, explicó que una medida comercial genera presión sobre ciertos sectores económicos, especialmente los exportadores, al encarecer sus productos. Esto podría ser utilizado por la oposición para responsabilizar al gobierno de Petro, acusándolo de conducir al país a una crisis económica.
Garzón argumentó que, en ese escenario, el propio gobierno de Petro podría aprovechar la situación para buscar réditos políticos. Según su análisis, las graves acusaciones de Trump contra Petro se alinean con la narrativa del gobierno sobre soberanía nacional y protección del país, lo que podría fortalecer el discurso oficial y aumentar el apoyo popular.
El experto también consideró que estas tensiones podrían impulsar a Colombia a fortalecer alianzas con otros actores globales, como China, en busca de diversificar sus relaciones económicas. No obstante, advirtió que estos cambios no serán inmediatos y que la relación política con Estados Unidos difícilmente se suavice en el corto plazo, dado el interés de Washington en mantener su presencia y control en la región.
Garzón resaltó que la situación forma parte de un contexto regional más amplio, especialmente en relación con Venezuela y la postura de Washington frente al régimen de Nicolás Maduro. Recordó que en experiencias anteriores, declaraciones duras de EE. UU. buscan ejercer presión para lograr negociaciones favorables en términos económicos y políticos.
Finalmente, el analista señaló que estas acciones responden a una estrategia de presión diplomática frecuente en la política exterior estadounidense, donde decisiones radicales buscan obtener concesiones a cambio de suavizar su postura posteriormente.