¿Alguna vez imaginaste que una figura de autoridad podría estar involucrada en delitos tan graves? La sorprendente historia del exdirector de Seguridad Pública de Acambay, Eulises González Hernández, revela un lado oscuro que pocos esperaban.
Todo empezó con la 'Operación Enjambre', una maniobra de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), apoyada por agentes federales y estatales, que llevó a la captura de González Hernández en junio de 2024.
¿Qué hizo exactamente? El exfuncionario fue declarado culpable de extorsionar a dos personas para que espiaran a un comerciante de pollo y, posteriormente, lo privaran ilegalmente de su libertad. Según la investigación, González Hernández los amenazó con encerrarlos en la cárcel si no seguían sus órdenes. La presión fue tan fuerte que ellos, temiendo por su seguridad, accedieron.
Pero eso no es todo. Este exdirector también está señalado por un delito aún más grave: la desaparición forzada de Agustín Oropeza Armendáriz, exdirector de seguridad pública de Temascalcingo, y su escolta, Carlo Zaldívar Zaldívar. Desde el 5 de agosto de 2024, no se tiene noticia de ellos. La evidencia indica que ambos viajaban en un vehículo de la comandancia cuando fueron raptados, y horas después la patrulla fue encontrada abandonada en el paraje Los Sauces, en Acambay.
Por estos hechos, González Hernández ya fue condenado a una pena de 68 años y 6 meses de prisión, emitida el pasado 27 de octubre. Sin embargo, todavía quedará por definir la sanción final en la audiencia de individualización de sanciones, programada para el 21 de noviembre.
¿Reflejo de un problema más amplio? La justicia está en marcha, pero estos hechos nos hacen preguntarnos ¿qué tan permeable puede ser una autoridad ante el delito? La lucha contra la corrupción y los abusos aún tiene mucho camino por recorrer.
