Tesla concedió a su director ejecutivo, Elon Musk, acciones valoradas en aproximadamente 29 mil millones de dólares, en un acuerdo de compensación que busca garantizar su permanencia al frente en un momento decisivo para la compañía. Este nuevo paquete de acciones, que incluye 96 millones de títulos, se presenta como un gesto de buena fe para compensar un plan anterior de más de 50 mil millones de dólares aprobado en 2018 y posteriormente anulado por una corte en Delaware el año pasado.
El fallo en Delaware señaló errores en el proceso de aprobación por parte de la junta directiva y consideró la decisión injusta para los inversionistas. Musk impugnó la sentencia en marzo, argumentando que un tribunal inferior cometió fallos legales al cancelar la compensación récord. La compañía describe esta concesión como un primer paso y someterá a votación un plan de compensación a largo plazo en la asamblea general de inversores el 6 de noviembre.
Tesla, actualmente en un momento crucial, busca transformar su negocio principal de automóviles, que enfrenta una caída en ventas y en el valor de sus acciones, hacia sectores emergentes como la inteligencia artificial, la robótica y los robotaxis. Elon Musk, quien posee el 13 por ciento de las acciones, es clave en esta transición.
La nueva concesión accionarial está diseñada para aumentar paulatinamente el poder de voto de Musk, elemento que ha sido considerado estratégico tanto por él como por los inversionistas para mantenerlo enfocado en la misión de Tesla. Un comité especial, integrado por la presidenta Robyn Denholm y la consejera independiente Kathleen Wilson-Thompson, afirmó que, aunque la agenda de Musk es amplia y demandante, confían en que esta medida lo incentive a continuar en la compañía.
Las acciones solo serán válidas si Musk mantiene un rol ejecutivo activo hasta 2027 y contarán con un período de retención de cinco años. Sin embargo, estas acciones podrían ser revertidas o compensadas si los tribunales de Delaware restablecen completamente la concesión original de 2018, basada en el rendimiento del CEO, según la documentación presentada ante la Comisión de Bolsa y Valores.
