Más de 200 efectivos de la Guardia Nacional de Texas, especializados en tareas en la frontera sur de Estados Unidos, fueron desplegados en Chicago, según afirmó este martes el gobernador Greg Abbott. En una entrevista con Fox News, Abbott justificó el traslado de los militares, vinculados a operaciones en la frontera, para apoyar las acciones del Gobierno federal de Donald Trump contra la migración irregular.
El gobernador republicano sostuvo que tanto el alcalde como el gobernador de Illinois no están cumpliendo con su responsabilidad de garantizar la seguridad y hacer cumplir la ley federal. También aseguró que los militares enviados a Chicago, considerados un 'equipo de élite', han confrontado el 'desorden civil' en la frontera, donde han enfrentado a personas que intentan cruzar irregularmente.
La presencia de la Guardia Nacional de Texas en Chicago ha generado polémica. Organizaciones en defensa de los derechos humanos han denunciado el uso excesivo de fuerza y abusos por parte de estos efectivos, incluyendo el lanzamiento de gas pimienta a personas que no representaban riesgo, así como agresiones físicas y empujones contra migrantes, reportan Human Rights Watch y WOLA.
Los oficiales arribaron a Chicago en medio de duras críticas de la oposición demócrata y rechazo por parte de líderes locales como el gobernador de Illinois, JB Pritzker, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson. Ambos presentaron una demanda la noche del lunes, solicitando que la justicia detenga el despliegue, calificándolo como una acción 'inconstitucional' que viola la soberanía del estado.