El municipio de Toluca reforzará desde julio los operativos de vigilancia y supervisión en el transporte público con el objetivo de salvaguardar la integridad de las y los toluqueños, ante los recientes incidentes que han causado alarma social. Las nuevas acciones buscarán verificar que los conductores cuenten con licencias vigentes, que las unidades tengan su documentación y seguros en regla, además de comprobar que los vehículos estén en condiciones mecánicas óptimas.
El alcalde Ricardo Moreno Bastida expresó su indignación por los accidentes ocurridos, como el impacto de un autobús contra un muro de contención en la vialidad Isidro Fabela, a la altura de Tres Caminos, el lunes 16 de junio, que dejó 35 personas lesionadas, de las cuales ocho fueron hospitalizadas, y otro accidente en la misma zona donde el conductor involucrado huyó del sitio. Moreno Bastida afirmó que el transporte público no puede seguir operando en condiciones que pongan en riesgo a las familias toluqueñas y reiteró que la autoridad actuará con firmeza: "Aquí en Toluca quien no respete la ley, no circulará impunemente".
Aunque la regulación del transporte corresponde al Gobierno del Estado de México, el Ayuntamiento de Toluca manifestó su compromiso de no mantenerse pasivo ante estos hechos. Desde el municipio, se advirtió que se ejercerán todas las facultades en materia de tránsito y vialidad para ordenar la operación y prevenir futuros incidentes.
En ese contexto, a partir de julio se implementarán operativos en diferentes puntos de la ciudad, coordinados por la Dirección General de Seguridad Pública, Tránsito y Movilidad, en colaboración con la Coordinación Municipal de Protección Civil. Los equipos revisarán el cumplimiento del Bando Municipal y del Código Reglamentario en temas como el respeto a las señales de tránsito, límites de velocidad, cupo de pasajeros y condiciones de los vehículos.
El Bando Municipal de Toluca establece que está prohibido rebasar en carriles contrarios, distraer al conductor con acompañantes, circular con luces interiores apagadas en la noche, usar cortinas o películas que impidan la visibilidad, y subir o bajar pasajeros fuera del carril derecho o en sitios no autorizados, todo para garantizar viajes más seguros.
Por su parte, el Código Reglamentario refuerza estas normas, señalando que los operadores deben respetar las señales y restricciones de tránsito, así como las condiciones de seguridad dentro de las unidades. Además, faculta a las autoridades municipales a intervenir en operativos para supervisar y garantizar la protección de la ciudadanía en el transporte público.
