En Toluca, hasta el 40% del agua potable se desperdicia antes de llegar a los hogares debido a fugas en la red de distribución, una situación que mantiene a las brigadas de reparación al límite de su capacidad. Los propios trabajadores de la Comisión del Agua del Estado de México reconocen que atienden entre cuatro y cinco reportes diarios, aunque algunas reparaciones, especialmente en tuberías de gran diámetro, requieren más de un día de trabajo y equipo especializado.
Uno de los integrantes de las brigadas explicó que en algunos tramos de la red, como los de 12 y 24 pulgadas, no es posible resolver la fuga en pocas horas, ya que requiere cortar el suministro en varias colonias y trabajar en condiciones agotadoras. Además, aunque los canales de reporte existen (como el número 073 y el teléfono 722 275 5700), los vecinos señalan que una fuga puede tardar hasta dos semanas en ser atendida, resultando en la pérdida de miles de litros de agua en esos períodos.
El gerente de la red de distribución de Toluca detalló que la infraestructura abarca aproximadamente 800 kilómetros, con tramos que superan su vida útil. Aunque cada año se renuevan alrededor de cuatro kilómetros de tubería, esto representa apenas el 0.5 % del total, dejando gran parte de la red vulnerable a fracturas. Factores externos, como el tránsito pesado que cruza por encima de las tuberías y la reactivación de pozos como La Pila, Toluca V, Toluca VI y Mercado Juárez, agravan el problema.
Estas fugas no solo implican pérdida de recursos, sino también molestias a los vecinos, quienes enfrentan calles encharcadas, presión irregular y, en algunos casos, hundimientos menores por la constante filtración. Las jornadas de los trabajadores comienzan temprano y están marcadas por reclamos sociales y una carga de trabajo cada vez mayor.
Un brigadista comentó que en ocasiones se dedica un día completo a resolver una fuga, pero debe atender otras varias pendientes, lo que genera frustración ante la imposibilidad de resolver todas en tiempo. La problemática no es exclusiva de Toluca, pues en el Estado de México se estima que alrededor del 40% del agua se pierde por fugas, cifra que coincide con el promedio nacional, debido a infraestructura obsoleta, insuficientes recursos humanos y alta demanda.