El actor británico Tom Blyth, conocido por su papel en la serie Billy the Kid y en la franquicia Los Juegos del Hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes, expresó su preocupación por el creciente uso de la inteligencia artificial (IA) en la industria cinematográfica. En una entrevista con Sharp Magazine, Blyth afirmó: “La idea de que vamos a sustituir lo que hacemos, algo tan humano y basado en la empatía, por versiones digitales de nosotros mismos, me parece aterrador”.
Residente en Nueva York y con una agenda llena de estrenos y rodajes, Blyth criticó la tendencia a reemplazar actores y creadores con tecnologías digitales, defendiendo que el arte cinematográfico y la actuación deben seguir basándose en la humanidad y la emoción genuina. Para él, el público busca conectar con sentimientos reales, y ello solo puede lograrse con interpretaciones humanas: “Vamos al cine, al teatro, a un museo o vemos televisión porque queremos sentir algo hecho por otras personas que también sienten”.
El actor resaltó que la creatividad implica un ejercicio de empatía, y advirtió que la proliferación de la IA podría despojar al cine de su esencia humana. “Siempre espero que mi trabajo haga que alguien se sienta reconocido en su humanidad”, comentó.
En cuanto a su proceso de formación, Blyth señaló que su disciplina proviene en parte de sus estudios en la Juilliard School de Nueva York y de maestros como Jacques Lecoq y Marcel Marceau. Él mismo asegura que aporta mucho del trabajo físico a sus personajes, realizando investigaciones exhaustivas, explorando contextos históricos y culturales, y usando música —como listas de reproducción específicas— para sumergirse en la época y ambiente de cada papel.
La colaboración con el equipo de vestuario y otros profesionales también es clave en su metodología creativa. Blyth comentó que trabajar en conjunto en la elección y prueba del vestuario le ayuda a descubrir matices del personaje que no había anticipado, fortaleciendo la interpretación. Además, valoró la sinergia con directores y compañeros de reparto, destacando que cuando todos están comprometidos y con una visión clara, la experiencia de hacer cine es muy enriquecedora.
Aunque señala que la industria ha evolucionado considerablemente con la llegada del streaming y la diversificación de historias, Blyth advierte que la discusión sobre la IA es el cambio más preocupante. “El debate sobre cómo la IA puede transformar la industria y nuestro trabajo es aterrador”, afirmó, subrayando que algunos minimizan los riesgos y que esto puede poner en peligro la dimensión humana del arte.
Desde su infancia en Reino Unido, las películas han sido una fuente de conexión emocional, especialmente en el vínculo con su padre. Blyth recuerda que grabar cintas VHS y crear cortometrajes caseros junto a su familia alimentaron su pasión por la actuación, decisión que tomó con gusto al descubrir que podía trabajar haciendo lo que ama.
A lo largo de su carrera, el actor ha buscado mantener la motivación y la autenticidad en su trabajo, reflexionando periódicamente sobre sus razones para seguir en la industria y su pasión por ella. Además, ha aprendido mucho de otros actores como Peter Dinklage y David Jonsson, quienes han sido grandes influencias y colegas en su trayectoria.
Finalmente, Blyth concluye que el futuro del cine dependerá de la capacidad de creadores y espectadores para mantener su humanidad y reflexionar sobre las motivaciones detrás de cada historia. Solo así será posible preservar el profundo sentido del arte en una era marcada por avances tecnológicos que, si no se manejan con cuidado, podrían amenazar la esencia misma del cine.”