Antes de la administración de Erika Olea de la Torre, Tianguistenco enfrentaba graves problemas de basura, con residentes que optaban por quemar o enterrar desechos en sus patios por la ausencia de un servicio de recolección eficiente.
Al inicio de su gestión, la alcaldesa implementó una renovación en el área de Servicios Públicos, adquiriendo 12 nuevas unidades recolectoras de basura. En ese momento, el municipio solo contaba con tres camiones en muy mal estado, que solo operaban en zonas urbanas, dejando fuera a muchas áreas y generando acumulación de residuos en las calles.
Cuando esas pocas unidades fallaban, los desperdicios se acumulaban, creando focos de infección y atrayendo perros callejeros que dispersaban la basura. La imagen urbana de Tianguistenco estaba deteriorada, reflejando un municipio en abandono e informalidad.
La alcaldesa destacó en un comunicado: “Cuando llegamos, el panorama era claro: una Dirección de Servicios Públicos abandonada, con camiones inservibles y un área que pedía atención. No fue fácil... pero sabíamos que lo lograríamos".
Gracias a estas acciones, la situación actual es muy distinta. El Ayuntamiento cuenta con unidades en óptimas condiciones, permitiendo ampliar y mejorar la cobertura del servicio de recolección, incluso en zonas que antes estaban desatendidas.
“Esto no fue magia. Fue trabajo en equipo, visión y compromiso. Y, sobre todo… fue contigo. Gracias por confiar, por exigir y por caminar junto a este gobierno que trabaja con el corazón por Tianguistenco”, expresó Erika Olea, quien gradually se ha ido ganando la aceptación de los habitantes.
