El Tribunal de lo Criminal de Vannes dará su fallo este miércoles en el caso del cirujano jubilado Joël Le Scouarnec, quien ha reconocido haber abusado sexualmente de 299 pacientes durante 25 años, en su mayoría niños y adolescentes. Este caso lo convierte en el pederasta más conocido y considerado el más grande en Francia.
Le Scouarnec, de 74 años, enfrenta una posible condena de hasta 20 años de prisión por los delitos por los que se le juzga desde el inicio del proceso, el pasado 24 de febrero en Vannes, Bretaña. La Fiscalía ha solicitado la máxima pena, proponiendo que pase al menos dos tercios del tiempo en prisión antes de poder acceder a beneficios penitenciarios, dado su “muy elevado” riesgo de reincidencia.
El lunes, los cinco magistrados del tribunal se retiraron para deliberar después de que el acusado, en su última intervención, expresara que no solicitaba clemencia, siendo consciente del “inmenso dolor” causado a sus víctimas y familiares, aunque pidió una oportunidad para “ser mejor” y recuperar su “parte de humanidad”.
Uno de los momentos más relevantes del juicio ocurrió el 20 de marzo, cuando Le Scouarnec admitió la totalidad de los abusos recopilados en la investigación, basada en archivos que él mismo elaboró y que fueron confiscados en su domicilio en Jonzac tras su detención en abril de 2017. La detención fue motivada por la denuncia de unos vecinos, padres de una niña de seis años, que afirmó que el médico las llevó a un rincón del jardín para abusar de ella, poniendo fin a décadas de impunidad.
Desde el inicio del juicio, el acusado admitió más hechos de los que constaban en la denuncia oficial. El 28 de febrero, en presencia de su hijo, declaró que abusó varias veces de su nieta de 2 y 3 años hace aproximadamente diez años.
El caso se ha vuelto aún más alarmante por el hallazgo de cerca de 30 mil archivos digitales de contenido pedopornográfico, en los que detallaba agresiones a sus pacientes, la mayoría bajo anestesia, incluyendo nombres, fechas de nacimiento y direcciones. Además, Le Scouarnec poseía numerosos escritos en los que describía sus agresiones.
Una de las particularidades de este caso es que nadie en su entorno familiar o profesional parecía haber sospechado de sus conductas delictivas durante tanto tiempo, o no lo denunciaron de manera efectiva. La exmujer de Le Scouarnec declaró no estar al tanto de la doble vida del acusado, y sus hijos dieron una versión similar.
Anteriormente, en 2020, el cirujano ya había sido condenado a 15 años de prisión por abusos a una niña de 6 años en Jonzac, a una paciente de 4 años, y a dos sobrinas, de quienes también se demostró que había cometido agresiones cuando tenían 4 y 5 años.