El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que Los Ángeles estuvo "sana y salva" durante las últimas dos noches gracias al despliegue de militares, en medio de las protestas que surgieron por las redadas migratorias impulsadas por su administración. En su red social Truth Social, Trump resaltó que la participación de la Guardia Nacional, apoyada por unos Marines, permitió a la policía local realizar su trabajo de manera efectiva. "Sin los militares, la ciudad sería una escena del crimen como no hemos visto en años", dijo.
Las protestas, en su mayoría pacíficas, comenzaron la semana pasada en respuesta a la intensificación de las acciones del gobierno para detener a migrantes indocumentados. Sin embargo, también se reportaron incidentes de violencia, como la quema de taxis y el lanzamiento de piedras a las fuerzas policiacas.
El mandatario ordenó el despliegue de varias millas de reservistas de la Guardia Nacional y 700 marines en servicio activo, en una de las acciones militares más severas en décadas, a pesar de las objeciones del gobernador demócrata de California, Gavin Newsom. Trump criticó duramente a Newsom, asegurando que "había perdido totalmente el control de la situación" y que debería agradecer el respaldo en lugar de justificar errores.
Estas tensiones se reflejan en la preparación de California para una posible batalla legal contra el gobierno federal por el despliegue militar. Por su parte, Los Ángeles vivió una segunda noche consecutiva con toque de queda en el centro de la ciudad, medida instaurada para contener actos de vandalismo y saqueos ocurridos en días anteriores.
Protestas similares se han presentado en otras regiones del país, evidenciando una ola de inquietud social ante las políticas migratorias y la presencia militar. También cabe destacar que en Georgia, un migrante mexicano perdió la vida en un centro migratorio, un suceso que ha generado además mayor atención a las condiciones en los centros de detención.
