El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó este jueves una ceremonia solemne en el Pentágono para recordar a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. Durante el acto, acompañado por la primera dama Melania Trump y el secretario de Guerra Pete Hegseth, se colocaron ofrendas y se leyó la lista de 125 personas fallecidas en el cuartel general de las Fuerzas Armadas tras el impacto de un avión, en una fecha que también sufrió la destrucción de las Torres Gemelas.
Trump abrió su intervención recordando a Charlie Kirk, destacado comentarista conservador y estrecho aliado, quien murió en un atentado el miércoles. El mandatario anunció que le sería otorgada póstumamente la Medalla Presidencial de la Libertad, en homenaje a su labor.
En el acto, el mandatario destacó que, en ese día fatídico, los propios terroristas atacaron símbolos de la civilización estadounidense. Resaltó la valentía de los estadounidenses que, en Virginia, Nueva York y Pensilvania, no dudaron y se mantuvieron firmes ante la amenaza.
Trump compartió historias personales de las víctimas y envió condolencias a sus familias, aún dolidas por la pérdida de sus seres queridos. Además, destacó que la captura y muerte de Osama bin Laden, líder de Al Qaeda, reafirmó la supremacía de Estados Unidos y envió un mensaje contundente a sus enemigos.
Al igual que en Washington, Nueva York recordó a las miles de víctimas, incluyendo empleados, bomberos, policías y personal médico. La Oficina de Medicina Forense en Nueva York informó que, 24 años después, todavía hay más de mil víctimas sin identificar.
El presidente cerró su discurso reafirmando el compromiso de la nación con la memoria y la justicia, en un día que permanece como uno de los momentos más oscuros pero también de mayor unidad en la historia reciente de Estados Unidos.