El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este jueves que Israel no llevará a cabo la anexión de Cisjordania ocupada, tras la aprobación preliminar en la Knéset de una propuesta para integrar dicho territorio. Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump comentó: “Israel no va a hacer nada con Cisjordania... no se preocupen por ello”, en respuesta a la iniciativa legislativa presentada en el Parlamento israelí.
El Parlamento israelí aprobó el miércoles, con una diferencia estrecha de 25 votos a favor y 24 en contra, una propuesta de anexión en una primera lectura, paso que requiere de otras tres votaciones para convertirse en ley. La medida ha generado rechazo internacional y ha sido calificada de polémica por diversos actores.
En su visita a Israel, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, calificó la propuesta como “estúpida” durante declaraciones a la prensa mientras supervisaba la implementación del acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, consideró que la aprobación fue “una provocación deliberada” de la oposición para “crear discordia durante la visita del vicepresidente Vance”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, también se pronunció sobre el tema antes de viajar a Jerusalén, señalando: “El presidente dejó claro que no podemos apoyar eso en este momento”. Añadió que “las medidas de anexión son una amenaza para el acuerdo de paz” y subrayó que, aunque Israel es una democracia con procesos legislativos, en la coyuntura actual las acciones podrían ser contraproducentes.
Rubio expresó también preocupación por el incremento de la violencia de colonos israelíes contra palestinos en Cisjordania, afirmando: “Nos preocupa cualquier cosa que amenace con desestabilizar lo que hemos estado trabajando”. A pesar de las tensiones, mostró confianza en la continuidad del acuerdo con Gaza, indicando que se están cumpliendo los plazos y que superar obstáculos es una buena señal.
La iniciativa, rechazada por países como España, Qatar, Turquía y otros, plantea que “el Estado de Israel aplicará sus leyes y soberanía a las zonas de asentamiento en Judea y Samaria, para establecer su estatus como parte inseparable del Estado israelí”.
Actualmente, en Cisjordania, la Autoridad Nacional Palestina, liderada por Mahmud Abás, mantiene un control administrativo parcial, mientras que Israel ejerce dominio militar y civil en aproximadamente el 60% del territorio (Área C), según los Acuerdos de Oslo. La región continúa bajo una densa red de puestos de control y un sistema de permisos que limita el movimiento de la población palestina entre ciudades, restringiendo, en muchos casos, su acceso a Jerusalén y otras áreas clave.