El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomó la decisión sin precedentes de despedir a Lisa Cook, la primera mujer afroamericana en ocupar una posición como gobernadora de la Reserva Federal, bajo acusaciones de irregularidades en préstamos hipotecarios. La medida se produce después de que Trump solicitara su renuncia el 20 de agosto, tras ser acusada por William Pulte, director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHA), quien alegó que Cook declaró dos hipotecas como residencias principales, lo cual podría constituir fraude hipotecario.
El Departamento de Justicia de EE. UU. anunció que investiga el caso. En una carta publicada en la plataforma Truth Social, Trump afirmó que existen motivos suficientes para destituir a Cook, señalando que habría presentado declaraciones falsas en solicitudes de hipoteca, y que su conducta demuestra negligencia grave en transacciones financieras, poniendo en duda su competencia y fiabilidad como reguladora financiera.
Cook, quien fue nominada a la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal por el expresidente Joe Biden en 2022, ha expresado su rechazo ante las acusaciones y la presión para renunciar. En declaraciones del 20 de agosto, afirmó que su intención es responder con precisión a cualquier cuestionamiento legítimo sobre su historial financiero.
Las hipotecas en cuestión fueron adquiridas en 2021 cuando Cook era académica. Un formulario de declaración financiera de 2024 lista tres hipotecas, dos de ellas registradas como residencias personales. Pulte argumenta que Cook cometió fraude al declarar estas propiedades como su vivienda principal, sin presentar pruebas públicas que respalden su acusación, aunque resalta que este tipo de préstamo suele ofrecer tasas de interés más bajas.
En una entrevista con Bloomberg el 21 de agosto, Pulte afirmó que el presunto fraude sería evidente en documentos públicos y que estos problemas fueron detectados en investigaciones regulares, no en una caza de brujas contra opositores a la administración Trump.