El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, admitió el miércoles 5 de noviembre que los republicanos han aprendido mucho tras las victorias demócratas en las elecciones estatales y locales del día anterior. La derrota republicana, que atribuyó al cierre del gobierno federal, el más largo en la historia del país, significó un golpe para su partido.
Durante una reunión con senadores republicanos en la Casa Blanca, Trump comentó: “Anoche, como saben, no se esperaba una victoria. Fueron zonas muy demócratas, pero no creo que haya sido bueno para los republicanos. De hecho, no creo que haya sido bueno para nadie. Pero tuvimos una noche interesante y aprendimos mucho”.
Se refirió a las elecciones en Virginia y Nueva Jersey, donde las candidatas demócratas Abigail Spanberger y Mikie Sherrill lograron amplios márgenes de victoria, así como a Zohran Mamdani, quien hizo historia al convertirse en el primer musulmán y el individuo más joven en ser elegido alcalde de Nueva York.
Además, destacó el respaldo al esfuerzo demócrata en California para redistribuir el mapa electoral, con la intención de aumentar los escaños legislativos para el partido azul, en una estrategia que busca contrarrestar iniciativas similares en estados controlados por republicanos.
A pesar de estas victorias demócratas, Trump insistió en que no se debe devolver el terreno ganado en las elecciones de hace un año, cuando fue reelegido presidente. Anunció que analizará con sus colegas el significado de los resultados, el cierre del gobierno y la posible relación entre ambos hechos.
El mandatario reiteró que, según las encuestas, el cierre federal fue un factor clave en el desempeño de los republicanos, ya que afirmó que la ausencia de su participación en la boleta electoral fue determinante. También acusó a los demócratas de ser responsables del estancamiento en la reapertura del gobierno.
Trump calificó a sus opositores como “kamikazes” y criticó la falta de voluntad de los senadores demócratas para reabrir el gobierno, que lleva 36 días sin solución, y señaló que la mayoría republicana en la Cámara Alta necesita al menos siete votos de la oposición para aprobar financiamientos temporales.
Por su parte, los demócratas condicionan su apoyo a una extensión del programa de salud Obamacare y a la negociación de fondos que pongan fin a la paralización, la cual amenaza con causar interrupciones en vuelos y recortes en programas sociales esenciales.