El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que no despedirá al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, pese a su insistente solicitud de reducir las tasas de interés. La visita presidencial ocurrió menos de una semana antes de la reunión de política monetaria del banco central, en la que se espera mantener las tasas en un rango de 4.25-4.50 por ciento.
Trump, quien ha criticado públicamente a Powell y ha sugerido en varias ocasiones su despido, declaró que no considera necesario tomar esa medida y calificó de 'gran paso' la posibilidad de hacerlo. Sin embargo, expresó su deseo de que las tasas de interés siguieran bajando.
Durante su visita a la sede de la Fed en Washington, Trump recorrió las instalaciones junto a Powell, con quienes caminó por el lugar, ambos con cascos de construcción. La conversación se centró en la renovación de dos edificios en la sede, un proyecto que el presidente ha criticado por su elevado costo, estimado en 3,100 millones de dólares, comparado con los 2,500 millones iniciales.
Powell negó tener conocimiento de la cifra definitiva y explicó que el proyecto incluye un tercer edificio y que el Edificio Martin fue terminado hace cinco años. La tensión en torno a los gastos fue evidente después de que Trump entregara a Powell un papel con nuevas cifras, que el funcionario inspeccionó.
La visita se produce en medio de una creciente tensión política y un intento de desviar la atención de controversias, incluyendo la negativa de la Casa Blanca en publicar archivos relacionados con Jeffrey Epstein, el delincuente sexual convicto que falleció en 2019.
En los últimos días, funcionarios de la Casa Blanca han recrudecido las críticas contra la Fed, acusándola de sobrecostos en la renovación y cuestionando su gestión, citando pérdidas operativas y desafíos técnicos relacionados con la gestión de las tasas de interés para controlar la inflación. La Fed ha respondido defendiendo la ejecución del proyecto y señalando los imprevistos generados por la naturaleza del trabajo y los aumentos en los costos de materiales y mano de obra.
Trump afirmó fuera del sitio que su encuentro con Powell fue productivo y sin tensiones, y que mantiene su deseo de que la obra se concluya plenamente, a pesar de los elevados costos y dificultades.