Ucrania anunció este martes que llevó a cabo un bombardeo en la ciudad rusa de Izhevsk, ubicada a más de mil kilómetros de su frontera, atacando una fábrica de sistemas de defensa antiaérea y drones. El ataque, que causó la muerte de al menos tres personas y heridas a unas 30, fue realizado con drones del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), quienes alcanzaron la fábrica de Kupol, responsable de producir sistemas de defensa como Tor y Osa, además de drones para el ejército ruso.
Según Alexander Brechalov, líder de la república de Udmurtia, en donde se sitúa Izhevsk, la operación dejó tres muertos y 35 heridos, algunos en estado grave. La ciudad, con una población de 640 mil habitantes, alberga varias instalaciones del complejo militar-industrial ruso, incluyendo una fábrica de drones de ataque.
Imágenes no verificadas por AFP muestran una humareda y un dron impactándose contra un edificio en llamas. Rusia respondió a estos ataques incrementando sus bombardeos en Ucrania, especialmente desde las negociaciones en Estambul que no lograron avances.
El número de drones de largo alcance rusos lanzados contra Ucrania en junio aumentó un 36.8% respecto al mes anterior, con un total de 5,438 ataques, la cifra más alta desde febrero de 2022. Moscú también ha intensificado sus ataques con drones en territorio ucraniano, incluyendo operaciones clandestinas como la introducción de drones explosivos en Rusia.
El comandante ucraniano Oleksander Sirski afirmó que Kiev intensificará sus ataques a objetivos militares rusos dentro de Rusia en respuesta a los ataques rusos sobre Ucrania. Mientras tanto, Vladimir Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó que estos ataques forman parte de las operaciones militares rusas y acusó a Kiev de saber cómo detener la violencia.
Por su parte, Moscú exige el control total de cinco regiones ucranianas, incluida Crimea, y garantías de que Ucrania no se incorporará a la OTAN, cláusulas que Kiev rechaza. En el frente, las fuerzas rusas continúan su avance, con Leonid Pasechnik asegurando que toda la región de Lugansk, reivindicada por Rusia, ha sido tomada por las tropas del Kremlin.
