Ucrania acusó este sábado a Rusia de haber desconectado la central nuclear de Zaporiyia de la red eléctrica ucraniana desde hace cuatro días y de intentar “robarla” al conectarla al sistema bajo control ruso, a pesar de los riesgos para la seguridad nuclear. "Instamos a las naciones preocupadas por la seguridad nuclear a que dejen claro a Moscú que debe poner fin a su apuesta nuclear", afirmó el canciller ucraniano, Andrii Sibiga, en un mensaje publicado en su cuenta de X.
La central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sur de Ucrania, es la más grande de Europa y ha estado en manos de Rusia desde poco después del inicio de la invasión en febrero de 2022. Aunque sus seis reactores están detenidos, requiere un suministro eléctrico externo para mantener el sistema de enfriamiento.
El sábado, el operador de la planta, controlado por el grupo ruso Rosatom, confirmó que la central está sin suministro eléctrico externo desde el martes. Actualmente, sus necesidades están siendo cubiertas por generadores diésel de emergencia. "Desde el 23 de septiembre de 2023, el suministro eléctrico para la central de Zaporiyia se realiza mediante generadores diésel de emergencia", indicó el operador en Telegram.
Según esta fuente, existen reservas de combustible suficientes para un funcionamiento prolongado en autonomía y el enfriamiento de los reactores se realiza de manera completa. Sin embargo, el ministro ucraniano Andrii Sibiga acusó a los operadores rusos de ignorar consideraciones de seguridad nuclear con el único objetivo de complacer a Moscú, afirmando que "Rusia construyó 200 kilómetros de líneas eléctricas en preparación para un intento de robar la central, conectarla a la red bajo control ruso y reactivarla".
Sibiga criticó las "acciones irresponsables" de Rusia, que han aumentado los riesgos nucleares desde el inicio de la invasión en 2022.