¿Un semáforo o símbolo de progreso? La polémica inauguración que divide a Calimaya

25/11/2025 20:30 | 2 min de lectura

¿Un semáforo o símbolo de progreso? La polémica inauguración que divide a Calimaya

¿Alguna vez pensaste que un semáforo pudiera generar tantas críticas? En Calimaya, Estado de México, la inauguración de un nuevo semáforo en la cabecera municipal por parte del alcalde Omar Sánchez Velázquez causó revuelo entre habitantes y ciudadanos. La expectativa era que se anunciara una obra importante para el municipio, pero lo que llegó fue un dispositivo que muchos vieron como una burla ante los problemas reales.

El acto se llevó a cabo en medio de aplausos del personal del Ayuntamiento y la incredulidad de cientos de vecinos que estaban presentes. El alcalde, del Partido del Trabajo (PT), presentó el nuevo semáforo que contiene un contador segundero, luces LED y cámaras lectoras de placas. Describirlo como un logro parece poco, pero para él, era 'la petición de muchos años'.

El dispositivo, con postes metálicos de calibre 3/16, de seis metros de altura y brazos de cuatro metros, fue instalado en una intersección congestionada, causando incluso el cierre parcial de vialidades en Calimaya. Algunos habitantes pensaron que se trataba de la inauguración de una calle o alguna obra mayor, pero no: era solo un semáforo.

Durante la ceremonia, el alcalde aseguró que esta inversión beneficiaría a más de 35,000 automovilistas. Sin embargo, esa afirmación no convenció a todos. Muchos ciudadanos criticaron que el gobierno festeje un avance tan pequeño cuando los problemas estructurales en temas de drenaje, agua potable, movilidad, baches y servicios básicos siguen sin resolverse.

Las críticas en redes sociales no se hicieron esperar. Una usuaria expresó: “Estaría genial que también inauguraran el drenaje que no funciona, o que investigaran por qué siempre nos inundamos”. Otros compararon la situación con la inauguración de una escalera eléctrica en Tlaxcala, diciendo: “Confunden lo grandote con lo grandioso”.

El tráfico se volvió un caos. Automovilistas reclamaron: “Llevo 10 minutos atorado en el embotellamiento por la inauguración del semáforo” o “¿Un semáforo? ¡Necesitamos calles limpias, drenaje, alumbrado y menos ambulantes!”. La percepción general fue que, mientras el alcalde presume este dispositivo, los problemas reales de Calimaya continúan sin atenderse.

Este hecho refleja una problemática común en muchas administraciones: gastan recursos y tiempo en pequeñas obras con alta visibilidad, dejando de lado los derechos básicos y las necesidades urgentísimas de la comunidad. La pregunta que muchos se hacen es clara: ¿Hasta cuándo las luces de un semáforo prevalecerán sobre la verdadera infraestructura que necesita Calimaya?

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