A 11 días de que el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) y la Librería Julio Torri de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fueran dañados durante una protesta contra la gentrificación, ambas instalaciones ya están abiertas al público. Aunque aún no se ha precisado el monto total de los daños, la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán, señaló avances en las investigaciones para identificar a los responsables. «Sí, se han identificado a algunos responsables y se procederá legalmente», afirmó tras la presentación de la VII Feria Internacional del Libro de las Universidades (FILUNI). Beltrán explicó que, en respuesta a estos incidentes, la universidad modificó sus protocolos de seguridad, aunque no dio detalles específicos, y mantiene comunicación con las autoridades del gobierno para prevenir futuras protestas. Reconoció que, pese a los protocolos, el hecho fue inédito para el Centro Cultural Universitario, ya que el MUAC no fue penetrado, pero la librería Julio Torri sufrió saqueos y robos. «Lo que se tomó fue el área de la Espiga en la explanada del CCE, no el interior del MUAC. Fue una situación sin precedentes, ya que en otros eventos similares la marcha suele dirigirse a Rectoría», comentó. Sobre los daños económicos, Beltrán indicó que aún trabajan en realizar inventarios detallados, incluyendo ventanas rotas, equipos y libros robados o quemados, proceso que podría tomar tiempo y requerirá coordinación con áreas como patrimonio y obras para las reparaciones. Además de las acciones legales, la UNAM prepara foros de debate en las próximas semanas y actividades académicas y artísticas en septiembre durante la Semana de Cultura de Paz, con el objetivo de promover el diálogo y soluciones pacíficas ante momentos de tensión social. La funcionaria finalizó enfatizando la importancia de buscar en la universidad formas alternativas de resolver conflictos mediante la cultura, el conocimiento y el diálogo, frente a un contexto global de guerra y polarización.»