VALLE DE BRAVO, Estado de México, 16 de junio de 2025.— Las recientes lluvias en Valle de Bravo han provocado una preocupación creciente entre los residentes debido al aumento acelerado del nivel del río Tizates. Las corrientes, más fuertes durante la tarde y noche del lunes 16, alertan a las comunidades cercanas al cauce por el posible desbordamiento que podría afectar viviendas y vialidades.
"Subió mucho en poco tiempo. Pasa por una zona con muchas casas; si se desborda, afectará a muchos", manifestó una vecina cuya vivienda limita con el río.
Una de las principales problemáticas identificadas por la comunidad es la falta de mantenimiento en el cauce del río y la insuficiente atención al sistema de drenaje. Los residentes señalan que, ante las lluvias, el agua busca las alcantarillas, pero al no estar adecuadamente desazolvadas, termina desbordándose en las calles y afectando hogares.
"Parece que ni hay drenaje. Toda el agua se sale por las coladeras y, con lo que corre por las calles, esto va a colapsar, y vamos a quedar inundados", expresó un residente indignado por la falta de acciones preventivas.
Frente a la inacción de las autoridades, los propios vecinos han comenzado a tomar medidas en sus casas, como llenar costales de tierra y colocarlos en las entradas, especialmente en zonas inclinadas donde el agua fluye con mayor velocidad, intentando prevenir daños mayores.
"Nosotros mismos llenamos costales porque como baja con fuerza, el agua se mete. Es mejor prevenir, pues las autoridades llegan cuando ya estamos inundados", comentó otra habitante que ha enfrentado otras contingencias sin suficiente apoyo.
El pronóstico meteorológico indica que las lluvias continuarán en los próximos días, incrementando el riesgo de un desbordamiento. La comunidad hace un llamado urgente al Gobierno Municipal para que monitoree de manera constante los niveles del río Tizates, implemente medidas preventivas y garantice la seguridad de quienes habitan cerca del cauce.
La falta de infraestructura y la ausencia de mantenimiento han convertido al desbordamiento en una amenaza latente. Si no se actúa pronto, podría desencadenar una emergencia evitables. Los vecinos están dispuestos a cuidarse por su cuenta, pero exigen que las autoridades hagan lo propio. La naturaleza da señales, pero el río no espera.