Decentraland es una plataforma de realidad virtual en tres dimensiones respaldada por blockchain de Ethereum, donde los usuarios utilizan la criptomoneda MANA para realizar compras y operaciones. En su metaverso, los usuarios pueden crear, experimentar, monetizar contenido y aplicaciones, además de adquirir terrenos virtuales para construir y obtener beneficios económicos. A diferencia de otras plataformas, en Decentraland los usuarios son los propietarios directos de los terrenos, sin intervención de empresas intermediarias.
El valor de la criptomoneda MANA, que es la moneda oficial de este metaverso, se ubica actualmente en 0.23 dólares (a las 10:00 horas UTC del 23 de octubre), mostrando una variación del 0.27% en el último día y una caída del 0.53% en la última hora. En términos de mercado, MANA ocupa la posición 116 entre las criptomonedas con mayor capitalización.
Las monedas digitales, o criptomonedas, son divisas que no existen en forma física y no están reguladas por instituciones oficiales, lo que genera cierto escepticismo por su volatilidad y posibles usos ilícitos. Sin embargo, su adopción ha crecido, con compañías, inversores y gobiernos promoviendo su uso. Estas monedas utilizan cifrado criptográfico para garantizar seguridad y control en su emisión, operando en redes descentralizadas conocidas como blockchain.
Bitcoin fue la primera criptomoneda, creada en 2008, seguida por otras como Ethereum, Ripple, Litecoin, Dogecoin y Bitcoin Cash. Personas influyentes, como Elon Musk, han fomentado el interés en estas monedas, incluso aceptándolas momentáneamente como forma de pago en empresas como Tesla. Para adquirirlas, los usuarios deben acceder a plataformas especializadas, ya que sus precios fluctúan en función de la oferta y demanda, lo que puede generar movimientos bruscos en su valor.
Es importante señalar que invertir en criptomonedas implica riesgos elevados. Las variaciones en su cotización pueden ser adversas y poner en peligro los ahorros de los inversores, por lo que es fundamental actuar con cautela y entender la naturaleza volátil y no regulada de estos activos digitales.
