Vandalizan mural de Djokovic en Belgrado tras apoyo a protestas y decide mudarse a Grecia

Por: Equipo de Redacción | 23/10/2025 08:00

Vandalizan mural de Djokovic en Belgrado tras apoyo a protestas y decide mudarse a Grecia

Novak Djokovic, figura emblemática del tenis mundial, se ha visto envuelto en una controversia política que ha ido en aumento desde sus declaraciones de apoyo a las protestas juveniles en Serbia, hasta la profanación de su mural en Belgrado y su decisión de trasladar su residencia a Grecia.

El conflicto tomó mayor relevancia pública cuando Djokovic expresó su respaldo a los estudiantes y jóvenes que, desde finales de 2024, han realizado movilizaciones masivas exigiendo rendición de cuentas y cambios políticos tras la tragedia en la estación ferroviaria de Novi Sad, que dejó 16 muertos. En enero de 2025, el tenista condenó la violencia contra los manifestantes y expresó que no podía ignorar la situación, enviando un mensaje de apoyo a la movilización juvenil. Sus palabras, pronunciadas en el circuito internacional, fueron interpretadas por sectores progubernamentales como un acto político que rompía con la neutralidad habitual de figuras deportivas.

De ser reconocido únicamente por sus logros deportivos, Djokovic pasó a ser objeto de duras críticas en medios cercanos al gobierno y columnas de opinión. Le tildaron de “traidor” y “falso patriota” por su cercanía a las demandas estudiantiles, aunque el deportista no hizo críticas directas al presidente Aleksandar Vučić. Medios y tabloides del poder, junto con seguidores extremistas, han centrado sus ataques en desacreditarlo y cuestionar sus motivos, profundizando la polarización social.

El ataque simbólico más reciente ocurrió cuando un mural dedicado a Djokovic en Belgrado fue vandalizado con pintura negra. La obra, creada por un colectivo de artistas locales, fue borrada en un acto que críticos y defensores de la libertad de expresión calificaron como “intimidatorio”. El artista autor lamentó la agresión y advirtió sobre el clima de hostilidad creciente hacia expresiones artísticas que cuestionan el statu quo.

En medio de este escenario, Djokovic decidió trasladar su residencia y la de su familia a Atenas, Grecia, una decisión que, según analistas, busca proteger su entorno y facilitar proyectos deportivos en un entorno más tranquilo. Expertos consultados por la prensa internacional señalan que esta situación muestra la fragilidad de las figuras públicas frente a debates políticos complejos. Algunos defienden su derecho a expresar solidaridad con causas civiles, mientras que otros consideran que su papel debería limitarse a lo deportivo para evitar generar fricciones internas.

Por otra parte, el vandalismo y la cobertura mediática agresiva reflejan la polarización en Serbia y el riesgo de que la política instrumentalice símbolos deportivos. La historia de Djokovic, que combina deporte, arte, prensa y política, seguirá siendo un termómetro de las tensiones sociales en el país. Su mudanza a Grecia y la reprogramación de eventos vinculados a su nombre ilustran cómo las decisiones personales de una figura mediática pueden tener repercusiones públicas y organizativas, poniendo en evidencia la importancia de la libertad de expresión y la protección de artistas y ciudadanos en un contexto cada vez más polarizado.