El precio de la gasolina, el gasóleo y diésel fluctúa a diario, por lo que conocer los costos por litro ayuda a aprovechar la mejor opción al llenar el tanque. A continuación, se presentan los precios promedio en Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza para este miércoles 5 de noviembre, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, mostrando los precios más altos y más bajos para evitar sorpresas.
**Gasóleo A**
- Precio máximo: 1,689 euros por litro
- Precio mínimo: 1,255 euros por litro
**Gasóleo A Premium**
- Precio máximo: 1,699 euros por litro
- Precio mínimo: 1,269 euros por litro
**Gasolina 95 E5**
- Precio máximo: 1,719 euros por litro
- Precio mínimo: 1,309 euros por litro
**Gasolina 98 E5**
- Precio máximo: 2,239 euros por litro
- Precio mínimo: 1,539 euros por litro
En diferentes localidades, los precios varían, influenciados por factores internos y externos. Por ejemplo, en Madrid, el máximo del diésel A es 1,689 euros mientras que en Zaragoza, alcanza los 1,612 euros. La gasolina 98 en Madrid puede llegar hasta los 1,779 euros, mientras que en Málaga, la tarifa máxima es de 1,749 euros.
El precio de los combustibles no es fijo y cambia casi todos los días, respondiendo a diversos factores. La principal influencia es el precio internacional del petróleo, que depende de la oferta y demanda global, tensiones geopolíticas, sanciones, y decisiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y países productores como Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita.
España, sin ser un gran productor de petróleo, es vulnerable a las fluctuaciones internacionales de este hidrocarburo. Además, el dólar, ya que el petróleo se cotiza en esta moneda, y el tipo de cambio frente al euro, impactan en el precio final.
Otros factores determinantes incluyen los costos de producción, distribución y transporte, que si aumentan, elevan también los precios de los combustibles. Los impuestos, como el Impuesto sobre el Valor Añadido y el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos, también elevan el costo, siendo España uno de los países con mayor carga fiscal en combustibles.
