Vecinos de San Pablo Autopan protestan por cierre de pozo comunitario que alimentaba a 3 mil familias

Por: Equipo de Redacción | 05/11/2025 15:30

Vecinos de San Pablo Autopan protestan por cierre de pozo comunitario que alimentaba a 3 mil familias

El pozo comunitario del barrio de El Cajón, en San Pablo Autopan, Toluca, fue clausurado hace dos semanas tras la implementación del Operativo Caudal, que busca regularizar el uso de agua y frenar extracciones ilegales en 48 municipios del Estado de México. La medida dejó sin suministro a aproximadamente 3,000 familias y afectó escuelas y comercios locales.

Los vecinos, en su mayoría comunidades indígenas, marcharon hacia Palacio de Gobierno para solicitar la reapertura del pozo, una obra construida hace más de 30 años con recursos propios, como compensación por la construcción de la autopista hacia Valle de Bravo. La comunidad contribuyó con dinero y trabajo en su creación, y consideran que ahora les pertenece.

Durante la protesta, las autoridades acordaron formar una mesa de trabajo conformada por el Organismo de Agua y Saneamiento de Toluca, la Comisión del Agua del Estado de México y la Fiscalía General de Justicia del Estado, con la finalidad de revisar la situación legal y técnica del pozo y definir las condiciones para su reapertura.

Testimonios de los pobladores indican que el pozo fue perforado en la década de los 80, y que con el tiempo pasó a manos de particulares, aunque seguía suministrando agua a la comunidad hasta su clausura. La vecina Karla explicó que el cierre ha tenido un impacto negativo en instituciones educativas y en las familias, que ahora dependen de pipas gratuitas y de una fuente de agua irregular.

Antes del operativo, las familias pagaban cerca de mil 200 pesos por diez mil litros de agua, un gasto que ahora resulta insostenible debido a la pérdida de ingresos y la escasez de fuentes cercanas. La situación ha provocado también enfermedades diarreicas, especialmente en niños y adultos mayores.

Mientras se revisa el caso, las autoridades han instalado puntos de recarga de agua para pipas, pero este servicio temporal no satisface la demanda, sobre todo en zonas altas y comunidades del norte. La comunidad denuncia que la suspensión ha afectado el funcionamiento de las escuelas y ha obligado a muchas familias a reducir su consumo diario, agravando la situación.

Luis Rivera, habitante del barrio, recordó que la perforación del pozo dañó los mantos acuíferos de los antiguos pozos, dejando a la comunidad sin otra opción de abastecimiento. Mientras tanto, el agua se repartirá por turnos y las familias llenan tambos cuando logran conseguir una pipa, esperando que pronto puedan recuperar el servicio legal y adecuado.