A pesar de las restricciones y regulaciones establecidas desde el año pasado para el paseo de perros en el parque El Calvario de Toluca, integrantes del ‘Grupo Canino Matlazincas’ confirmaron que no existen registros de ataques caninos en este espacio natural protegido.
Los miembros del grupo aclararon que, aunque se realizaron denuncias en noviembre del año pasado sobre supuestos ataques de perros a personas, no hay constancia ni prueba concreta de incidentes de esa naturaleza. Estos señalamientos generaron un debate sobre la convivencia de mascotas en el parque, pero, según su información, nadie recuerda un ataque registrado.
Laura Elena Sáenz, representante del grupo, afirmó: ‘Una persona intentó organizarnos y nos propuso acuerdos para limitar el tiempo que los perros permanecen en el parque y que debían estar amarrados, aunque ya estábamos acostumbrados a soltarlos en áreas específicas’.
Tras una reunión con el presidente municipal Juan Maccise, se acordaron horarios y zonas específicas para el paseo de perros en El Calvario, buscando facilitar la convivencia en promedio en ciertas horas y espacios.
Por otro lado, Sáenz destacó que en las inmediaciones del parque se han registrado casos de maltrato animal, por lo cual han intervenido y rescatado perros en colaboración con el área jurídica de medio ambiente.
Además, solicitaron la realización de un censo que permita conocer cuántos animales están en situación de maltrato en los alrededores del parque. También expresaron su preocupación por la presencia de gatos muertos en el lugar, situación que, sospechan, podría estar vinculada a prácticas de brujería.
Por último, Ana Luisa Hernández, otra integrante del grupo, resaltó la importancia de homologar las normativas legales en la materia, ya que el Código de la Biodiversidad del Estado de México establece que los animales deben ser respetados en su naturaleza física y emocional. Además, criticó que el bando municipal solo menciona que los perros deben estar amarrados con collar y correa en todo momento, pero no contempla periodos de libertad para los animales, lo cual, según ella, debería ser considerado.