En la madrugada del jueves, Venezuela activó una operación militar denominada 'Independencia 200' en respuesta a la movilización de tropas y la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, que Caracas ha definido como una amenaza. El presidente Nicolás Maduro encabezó esta movilización en 284 frentes de batalla en todo el país, aunque no especificó el número exacto de efectivos desplegados.
Desde un punto entre Caracas y La Guaira, Maduro afirmó que "estos mares, esta tierra, estos barrios y montañas le pertenecen al pueblo venezolano y nunca al imperio norteamericano". La movilización ocurre en un contexto en que EE. UU. ha desplegado ocho buques en el sur del Caribe para realizar operaciones contra el narcotráfico, sin haber anunciado oficialmente una acción directa contra Venezuela, aunque Maduro denuncia un supuesto 'asedio'.
El mandatario afirmó que "este pueblo no está huérfano ni solo" y advirtió que, si fuera necesario, lucharán por la libertad de Venezuela. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se ha posicionado en diversas instalaciones estratégicas, defendiendo los recursos y la soberanía nacional.
La tensión aumentó después de que fuerzas estadounidenses destruyeran una lancha venezolana en un presunto enfrentamiento, resultando en la muerte de 11 supuestos 'narcoterroristas', según declaraciones del presidente Donald Trump, quienes habrían zarpado de costas venezolanas. Como respuesta, Venezuela sobrevoló uno de los buques estadounidenses con un caza, y Washington amenazó con derribar cualquier amenaza, además de desplegar fuerzas aéreas a Puerto Rico.
En una postura más conciliadora, Maduro llamó a mantener el diálogo la semana pasada y anteriormente convocó a los ciudadanos a integrarse en la Milicia Bolivariana, un cuerpo civil con fuerte carga ideológica. Ahora, ordenó el despliegue de la operación en el marco de la defensa integral del país, bajo los conceptos de resistencia activa y ofensiva permanente.
El despliegue militar incluye instalaciones petroleras, servicios públicos, aeropuertos y puntos fronterizos, en un escenario de alta tensión que busca enfatizar la defensa soberana ante las amenazas externas.