En pleno invierno, cuando la mayoría de las plantas entra en reposo y los jardines adoptan tonos grises por efecto de las heladas, la vinca o lavincapervinca emerge como una excepción llamativa. Esta especie, conocida por su capacidad para florecer en los meses más fríos, aporta un toque de color en paisajes urbanos y espacios interiores. Desde noviembre hasta marzo, sus flores en tonos azules o morados aparecen entre las superficies, marcando una diferencia visible en un entorno que generalmente carece de vivacidad durante esa época.
Perteneciente a la familia Apocynaceae, la vinca se ha consolidado como una de las opciones predilectas para mantener la belleza de los jardines incluso en condiciones adversas. Destaca por su resistencia: no solo soporta bajas temperaturas, sino que también continúa desarrollándose cuando otras plantas permanecen inactivas, como señala Cerámica News. Sus flores, en forma de estrella y con un aroma sutil, resultan especialmente atractivas para abejas y mariposas, contribuyendo a la biodiversidad en épocas donde pocos recursos aportan a los polinizadores.
Esta planta perenne destaca por su adaptabilidad, pudiendo prosperar en diversos ambientes, desde suelos ricos en materia orgánica hasta terrenos arenosos, con preferencia por áreas de sombra parcial. Además, su bajo nivel de exigencia en cuidados permite tanto a expertos como a principiantes disfrutar de sus beneficios fácilmente.
Para un desarrollo óptimo, es recomendable ubicarla en un lugar con luz indirecta si se planta en suelo, o en macetas con buen sistema de drenaje para evitar acumulaciones de humedad que puedan dañar sus raíces. Se sugiere utilizar un sustrato enriquecido con compost orgánico y moderar el riego, especialmente en invierno, cuando su demanda hídrica disminuye.
Respecto a su cuidado, la poda no es estrictamente necesaria; sin embargo, eliminar hojas y flores secas al final del invierno o principios de primavera puede estimular nuevas floraciones. La vinca también presenta una alta resistencia a plagas y enfermedades, con muy pocas incidencias en jardines bien cuidados.
Históricamente, sus hojas y tallos han sido utilizados en la medicina tradicional en preparados artesanales para mejorar la circulación sanguínea y otros fines terapéuticos. No obstante, su uso debe realizarse bajo supervisión profesional, dada la potencia de sus principios activos.
En definitiva, la vinca se presenta como una alternativa ideal para quienes desean añadir color y vida a sus jardines y patios durante todo el año, con un mínimo mantenimiento y un impacto positivo en la biodiversidad local.