La Bolsa de Nueva York cerró con ganancias el lunes, impulsada por las expectativas de una posible desescalada en las tensiones comerciales entre Washington y Beijing y un renovado interés en el sector tecnológico. El índice Dow Jones aumentó un 1,12%, el Nasdaq un 1,37% y el S&P 500 un 1,07%. Por su parte, las acciones europeas también cerraron al alza, disipando preocupaciones sobre la estabilidad bancaria en Estados Unidos, tras declaraciones del presidente Donald Trump que calmaron las tensiones comerciales. El índice STOXX 600 avanzó un 1,03%, logrando su mayor subida diaria en casi tres semanas y recuperando la caída del viernes pasado. El sector industrial lideró el repunte global, con un incremento del 1,9% en su índice, donde destacan las empresas de defensa que mostraron un mayor impulso. Rheinmetall subió un 5,9%, Hensoldt un 7,9% y Renk un 6,8%, recuperando pérdidas tras una cumbre sobre la guerra en Ucrania que afectó al sector el viernes. Los bancos europeos también cerraron en positivo, con un avance del 1%, reflejando la recuperación de la banca estadounidense tras los resultados trimestrales de bancos regionales que ayudaron a reducir temores sobre riesgos crediticios. En Francia, el índice CAC 40 finalizó con un aumento del 0,4%, aportando estabilidad después de recientes retrocesos, a pesar de que la agencia S&P Global rebajó la calificación crediticia del país y advirtió sobre la posible inestabilidad política que podría obstaculizar las reformas fiscales. En el ámbito empresarial, Kering, propietario de Gucci, subió un 4,8% tras anunciar la venta de su negocio de belleza a L’Oréal por 4.000 millones de euros (4,66 mil millones de dólares), uno de los movimientos más destacados en el CAC 40. L’Oréal también registró una subida del 1,2%. Por otro lado, BNP Paribas sufrió una caída del 7,7% después de que un jurado estadounidense determinara que la entidad ayudó al gobierno de Sudán a cometer genocidio mediante servicios que violaban sanciones de Estados Unidos. La cadena minorista británica B&M experimentó la mayor caída en su historia, con una bajada del 22,8% tras recortar sus expectativas de beneficios para el año. En el ámbito político y económico, el expresidente Donald Trump declaró que consideraría reducir los aranceles a China si Beijing tomaba medidas favorables, como reanudar compras de soja, lo que contribuyó a un mejor ambiente en los mercados internacionales.