Xonita, la gigante de peluche que impulsa a Xonacatlán y su tradición artesanal

Por: Equipo de Redacción | 05/10/2025 16:30

Xonita, la gigante de peluche que impulsa a Xonacatlán y su tradición artesanal

En Xonacatlán, donde las máquinas de coser marcan el ritmo diario y el peluche forma parte de la vida cotidiana, Xonita volvió a ser la protagonista en el Mi Xona Fest 2025. La osa gigante, reconocida por Guinness World Records como el peluche más grande del mundo, fue exhibida bajo una carpa blanca que la protege del clima y ahora se prepara para recorrer distintas localidades como símbolo de ‘Ciudad del Peluche’.

Con casi veinte metros de altura y más de diez toneladas de relleno, su imponente presencia domina el recinto ferial. Alrededor, los talleres locales instalaron puestos con muñecos, cojines y figuras bordadas a mano, todos elaborados en los mismos talleres que, hace seis años, dieron origen a esta pieza monumental.

Actualmente, más de 600 talleres familiares operan en Xonacatlán, generando entre ocho y 50 empleos cada uno y abasteciendo hasta el 70 por ciento del mercado nacional de peluches. La creación de Xonita fue un proceso de ensayo y error para los artesanos. Julio César Zarco, uno de los involucrados, recuerda que al principio fue difícil mantener la forma, ya que la fibra se comportaba con carácter, por lo que tuvo que perfeccionarse la técnica.

El proyecto inició en 2019, impulsado por Ideas por México y productores locales. Durante casi tres meses, 41 talleres colaboraron en la construcción de la figura, trabajando en conjunto más de 150 personas que cortaron, cosieron y ensamblaron cada parte.

Marco Alanís, fundador de la empresa que promovió la idea, comenta que la experiencia superó las expectativas: “Nadie imaginó que pondríamos a Xonita en lo más alto. Cuando mi hija de cinco años la vio por primera vez, no quería dejar de verla. Es un símbolo de orgullo y parte de nuestra historia”.

Durante el festival, celebrado del 2 al 5 de octubre, Xonita volvió a ser la atracción principal, rodeada de conciertos, exhibiciones y artesanías, resaltando el valor del trabajo artesanal que ha sostenido a Xonacatlán por más de cuatro décadas.

Para los productores, Xonita significa mucho más que un récord: representa un oficio transmitido de generación en generación. En las casas-taller, toda la familia participa en la creación: unos cortan, otros cosen o rellenan, mientras los más jóvenes aprenden el proceso.

El orgullo ha reemplazado las bromas sobre que todo aquí es peluche; hoy, la gente reconoce que Xonacatlán vive del esfuerzo de su gente y que Xonita refleja lo que pueden lograr cuando trabajan unidos. Aunque moverla sigue siendo un reto —su estructura pesa cerca de una tonelada y media, y requiere desmontarla en secciones y transporte especial—, los productores planean que esta gigante del peluche participe en otras ferias y exposiciones dentro y fuera del Estado de México.

A seis años de su creación, Xonita continúa ostentando el título del peluche más grande del mundo y reafirmándose como el rostro de una industria que no se detiene. En las calles donde las máquinas nunca dejan de sonar, su figura recuerda a los habitantes de Xonacatlán que detrás de cada puntada hay historia, familia y mucho orgullo.