Este fin de semana, Zinacantepec se transforma en un bullicioso escenario de aromas, sabores y tradiciones con la celebración de la 12ª edición de la Feria del Marisco. La inauguración tuvo lugar este viernes en la Plaza Cívica del municipio, donde más de 40 marisqueros participan en el evento que también se extiende al Pabellón Gastronómico de San Luis Mextepec.
Durante la apertura, el presidente municipal, Manuel Vilchis Viveros, destacó que la feria es ‘una ventana para mostrar la cultura de Zinacantepec, su música, gastronomía y la calidez de su gente’, enfatizando el papel del evento como un reflejo del folclore local.
La feria, que se desarrollará del 22 al 24 de agosto, ofrecerá una variedad de platillos preparados con productos del mar, incluyendo empanadas, caldos, guisos tradicionales y propuestas innovadoras de restaurantes de la localidad.
Más allá de la gastronomía, el evento contará con presentaciones musicales, espectáculos de danza y exhibiciones artesanales, permitiendo a los visitantes sumergirse en las tradiciones y costumbres de este ‘Pueblo con Encanto’.
‘Este espacio está pensado para el encuentro familiar, para compartir y disfrutar lo mejor de nuestra gastronomía’, afirmó Vilchis Viveros, quien también resaltó que el objetivo principal es impulsar la economía local y fortalecer los lazos entre diversos sectores de la comunidad que apuestan por el emprendimiento y la calidad.
La edición pasada fue un éxito rotundo, y este año se espera la asistencia de más de 60 mil personas, protegidas por un operativo de seguridad conformado por más de 120 elementos de la autoridad.
‘Estamos proyectando una gran derrama económica para las familias de Zinacantepec’, concluyó el edil, quien reiteró el compromiso de mantener la feria como una tradición que represente la identidad del municipio.
Desde hace más de una década, esta celebración se ha consolidado como un símbolo de orgullo y cultura para Zinacantepec. La intención, afirmó Vilchis Viveros, es que la feria siga creciendo y se convierta en un evento de alcance internacional, permitiendo compartir con el mundo la riqueza gastronómica de la región y reforzar el sentido de pertenencia entre sus habitantes.
‘Sería un error no darle continuidad. Los años seguirán pasando, y esta feria debe permanecer como parte de nuestra identidad’.